jueves, 14 de octubre de 2010

El Gran Truco

Supongo que el(la) lector(a), alguna vez ha asistido a un espectáculo de magia. Ya sea en alguna fiesta infantil, o con un profesional en algún espectáculo de Las Vegas, o similares. No importa, el caso es que voy a escribir al respecto.

Hace su aparición al escenario el maguito, con su saco de manga largas y lentejuelas en la solapas. Detrás de él la asistente gordibuena en leotardo y mallas de red. Pocos aplauden porque todavía hay niños comiendo pastel, dulces, o un chilli-dog.

Se acerca el Señor Don Mago al festejado, y después de mostrar al público que en su mano no hay nada más que callos, acerca su palma al oído del pequeño, y saca de ella una moneda plateada. ¡El niño no puede creer que tuvo una moneda en su oreja sin darse cuenta! ¡MAGIA!

De niño, no dudas que sea magia. Tienes a una persona, vestida de tal manera, con una morrita de buen ver a su lado, con un nombre estilo "Mago Frankman", que vivi de su oficio de hacer magia. Tiene sentido creer en la magia. La gente a tu alrededor brilla de asombro. Niños y adultos. Tus papas te voltean a ver con cara de impresionados. ¡DEBE SER CIERTO!

Los años pasan.

Estás en otro de tus festejos de bioaniversario. Tienes pelos en el pecho, y una morrita gordibuena te da toda su atención esperando diversión.
-No le puedes quedar mal, te gritan tus genitales.

En un esfuerzo casi desesperado realizas el truco de la moneda plateada con su oreja. Se asombra lo suficiente para que ella y tus genitales aplaudan efusivamente (tus genitales más que ella).

Buena historia, ¿no?

¿A dónde quieres llegar Raticida en la Sopa?

¡Ahi va!

Después del acostón con la gordibuena que no tenía leotardo ni redes de pesca en las piernas, y mientras las pseudo abrazas, piensas: "Pinche truco de cagada".

Recordaste la primera vez que viste el truco, y cómo para ti no era un truco, tal vez ni siquiera conocías esa palabra. Tu viste nada más y nada menos que magia. Hasta que tu tio el simpático te reveló el secreto. Probablemente te sentiste estúpido de haber creído que era magia, y aliviado de dejar de parecer un tonto.

Esto nos sucede un millar de veces en nuestra vida. Cuando nacemos, y durante nuestros primeros años de vida, sobretodo, vemos todo como un milagro. Observas a un Colibrí (Chuparosas), volar, a las flores soltar su aroma y regalar su miel, los relámpagos, la lluvia, el sonido del agua al correr. Todo es un milagro... todo es magia...

En diferentes ocasiones y a través de diferentes persona, tu tio el simpático, te revela los secretos detrás de cada uno de esos milagros. El relámpago es un choque entre las cargas eléctricas que tienen las nubes, que son agua evaporada gracias al aumento en su temperatura que ocasionó su evaporación hasta el cielo, y después su descenso en forma de lluvia, que llena los ríos que generan esa dulce melodía aquífera. Pero ahora la melodía es sólo el ruido del agua sobre las piedras.

La explicación de aquello que creíamos milagroso, le robó la identidad divina.

¿O noooooooooooooooooooooo...?????????



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